No caigas en la trampa: las preguntas más difíciles del examen teórico DGT explicadas

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¡Hola a todos, futuros conductores y veteranos del volante! ¿Estáis dándole vueltas a la cabeza con el examen teórico del carné de conducir, o quizás repasando esas normas que se nos olvidan con el tiempo?

Ay, ¡quién no ha sentido ese nudo en el estómago antes de enfrentarse a las preguntas de la DGT! Lo sé por experiencia, y es que parece que la Dirección General de Tráfico se empeña en ponernos a prueba con esas preguntas “trampa” que nos pillan por sorpresa.

A mí me pasó con una sobre las velocidades en zonas de plataforma única, ¡casi me da un ataque! Parece que el camino hacia la ansiada ‘L’ está lleno de pequeñas emboscadas, especialmente con las nuevas normativas sobre zonas de bajas emisiones o el uso del móvil en semáforos en rojo, que han traído más de un quebradero de cabeza a muchos aspirantes.

No os preocupéis, que no estáis solos en esto. De hecho, estudios recientes de Pons Seguridad Vial muestran que hay diez preguntas que son la pesadilla de la mayoría, ¡y algunas sorprenden hasta a los más experimentados!

Esas curvas sin visibilidad, los triángulos de preseñalización que cambiaron de sitio, o las dudas sobre qué hacer cuando llueve… ¡son un clásico para fallar!

La clave está en no caer en la lectura rápida que nos engaña. Por eso, he estado investigando a fondo las últimas tendencias y los fallos más comunes que la gente comete hoy día.

Quiero que esta vez vayáis con la seguridad de que podéis con todo, evitando esos errores que os hacen suspirar. ¡Aquí os desvelaré los secretos para superar esas preguntas que os hacen tropezar y conseguir vuestro permiso a la primera!

A continuación, vamos a descubrir exactamente cuáles son y cómo superarlas.

Desmontando los mitos de las nuevas señales y zonas de circulación

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Las Zonas de Bajas Emisiones: ¿realmente sabes por dónde pisas?

¡Uf, las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) son un quebradero de cabeza para muchos! Cuando me saqué el carné hace años, esto ni existía, pero ahora es una realidad en nuestras ciudades y, sinceramente, es uno de esos temas que la DGT adora para poner preguntas “trampa”.

Yo misma, la primera vez que fui a Madrid con mi coche, tuve que estar súper atenta a las pegatinas y los horarios. Es que no es solo saber que existen, es entender a qué coches afectan, qué pegatina ambiental (distintivo ambiental de la DGT) necesitas para entrar y, lo más importante, ¡dónde están!

No vale con una regla general, cada ayuntamiento tiene sus propias ordenanzas y horarios específicos. Recuerdo que un amigo mío, muy confiado, se metió en la ZBE de Barcelona sin saberlo y ¡zas!, multa al canto.

Hay que estar al día, porque estas normativas cambian y la DGT no perdona la ignorancia. Es fundamental no solo conocer las categorías (0 Emisiones, ECO, C, B) sino también las excepciones y si tu vehículo está autorizado para circular o estacionar en esas áreas restringidas.

Un buen truco que aprendí es buscar siempre las señales específicas de las ZBE al entrar a una ciudad grande, suelen ser azules con un coche y el símbolo de “prohibido”.

Señales que engañan: de los triángulos a las nuevas prioridades

Las señales de tráfico son el abecedario de la carretera, pero la DGT es experta en jugar con nuestra interpretación. ¿Quién no ha dudado alguna vez entre una señal de prohibido el paso y una de dirección prohibida?

A mí me pasó con una pregunta en el test que diferenciaba entre la señal cuadrada de “Fin de prohibiciones” y la redonda de “Fin de limitación de velocidad”.

¡Casi me cuesta un fallo! Pero es que las señales evolucionan, y con ellas, los exámenes. Antiguamente, los triángulos de preseñalización eran obligatorios para todos los vehículos en caso de avería, pero ahora, la baliza luminosa V-16 (como la Help Flash o la PF Led One) ya es una alternativa válida y, a partir de 2026, será la única obligatoria.

Mucha gente sigue pensando en los triángulos y ahí es donde la DGT pilla. También es crucial distinguir las nuevas señales de prioridad en intersecciones, las que indican glorietas, o las que advierten de peligros específicos como la presencia de animales salvajes o pasos a nivel sin barreras.

Mi recomendación es no solo memorizar, sino entender el porqué de cada señal, su forma, su color… y sobre todo, las que tienen un asterisco de “novedad”.

La eterna batalla de las velocidades: más allá de los límites obvios

Cuando la lluvia o la niebla te obligan a reevaluarlo todo

¡Ay, las velocidades! Parece fácil, ¿verdad? 120 en autovía, 90 en convencional… pero la cosa se complica cuando el clima se pone rebelde.

Aquí es donde la DGT nos tiende una de sus mayores trampas. Yo siempre he sido muy precavida con la lluvia, pero recuerdo una pregunta en mi examen que me hizo sudar frío: “¿A qué velocidad máxima puedes ir en una carretera convencional con lluvia intensa si el límite es 90 km/h?”.

Mi instinto me decía “más lento”, pero la norma exacta es que, ante condiciones meteorológicas adversas como lluvia intensa, niebla o nieve, la velocidad máxima se reduce, y no es que tengas que adivinarla, es que debes adecuarla a las circunstancias, pudiendo incluso circular por debajo de la mínima genérica si la visibilidad es nula.

No se trata solo de reducir la velocidad, sino de saber cuándo hacerlo y cómo afecta a otras normas, como las distancias de seguridad. Es fundamental encender las luces adecuadas (antiniebla, cruce) y aumentar la distancia con el vehículo de delante, ¡mucho más de lo que pensarías en condiciones normales!

Plataformas únicas y vías residenciales: no todo es lo que parece

Otro clásico de los exámenes y, diría yo, de la vida real, son las velocidades en entornos urbanos no tan “típicos”. ¿Sabes esas calles que parecen un paseo pero por las que pasan coches?

Las plataformas únicas o las vías residenciales, donde peatones y vehículos comparten espacio, son un caldo de cultivo para errores. Una vez, estaba con mi tía, que tiene años de carné, y casi se salta la velocidad de 20 km/h en una de estas zonas, ¡por costumbre!

Pensamos que si no hay señal explícita, es el límite genérico de ciudad, pero ¡error! En estas vías residenciales, la velocidad máxima es de 20 km/h y, en calles con plataforma única, es de 20 km/h.

Es una de esas normas pensadas para la seguridad de los peatones que, si no la tienes bien interiorizada, te puede jugar una mala pasada. Hay que cambiar el chip y entender que no todas las calles de ciudad son de 30 o 50 km/h.

La DGT se asegura de que sepamos identificar estas zonas por sus señales específicas o por la propia fisionomía de la vía.

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Maniobras que nos traen de cabeza: adelantamientos y estacionamientos con truco

El arte de adelantar con seguridad: ¡cuidado con los ciclistas!

Adelantar es una de esas maniobras que, por muy básica que parezca, tiene un montón de matices y excepciones que la DGT aprovecha para confundirnos. ¿Os acordáis de cuándo se podía adelantar a un ciclista manteniendo 1,5 metros de distancia y sin invadir el carril contrario si era continuo?

¡Pues eso ya no es del todo así! Ahora, la normativa es más estricta: siempre hay que mantener una distancia lateral mínima de 1,5 metros y, si hay más de un carril en el sentido de la marcha, ¡es obligatorio cambiar de carril completamente!

Esto lo aprendí hace poco y me parece súper importante porque, por la seguridad de los ciclistas, no podemos andar con medias tintas. También me topé con una pregunta sobre adelantar en glorietas.

¿Se puede? Generalmente sí, siempre y cuando se haga por la izquierda y no se ponga en peligro a nadie. Pero adelantar a varios vehículos a la vez, o en curvas sin visibilidad, o en intersecciones… ¡eso ya son palabras mayores!

Siempre, siempre, hay que asegurarse de que la maniobra es segura y está permitida, y la DGT suele insistir en esos puntos ciegos o situaciones de riesgo.

Aparcar sin multas: las distancias mágicas y las zonas prohibidas

Estacionar es otro de esos actos cotidianos que hacemos sin pensar, hasta que te cae una multa o te preguntan en el examen por las “distancias mágicas”.

¿A qué distancia de una intersección puedo estacionar? ¿Y de un paso de peatones o un cruce? ¡Uf!

Recuerdo una pregunta que me pilló con la guardia baja sobre el estacionamiento en un vado. Parecía obvio, pero la pregunta tenía una trampa sutil. En general, está prohibido estacionar en pasos de peatones, en intersecciones si se obstaculiza la visibilidad, y a menos de 5 metros de una boca de incendios.

Además, en los vados, aunque es obvio que no se puede aparcar, la DGT a veces pregunta por la validez de la señal o si un coche con una persona dentro está “estacionado” o “detenido”.

Y es que la diferencia entre detención, parada y estacionamiento es clave, ¡y es un clásico de examen! Una detención es por necesidad (semáforo, avería), una parada es voluntaria y de corta duración (menos de 2 minutos, sin abandonar el vehículo), y un estacionamiento es voluntario y de mayor duración.

¡No es lo mismo! Hay que leer muy bien la pregunta para no caer en el error de la terminología.

La rotonda, ese gran enigma español: ¿quién pasa primero?

Entrar, salir, cambiar de carril: la ciencia de la glorieta

¡Ah, las rotondas! Son la bestia negra de muchos conductores, y no me extraña. Incluso yo, que me considero una conductora experimentada, a veces veo a gente hacer unas cosas en las glorietas que me echan las manos a la cabeza.

Y la DGT lo sabe, por eso las preguntas sobre rotondas son un fijo en los exámenes. El error más común, sin duda, es no saber quién tiene prioridad. ¡Siempre la tiene el que ya está dentro!

Y al entrar, hay que ceder el paso a los que circulan por ella. Yo he visto de todo, desde gente que entra a saco hasta los que se quedan parados en medio del carril interior sin saber salir.

Lo ideal es señalizar bien, entrar por el carril derecho si vas a salir por la primera o segunda salida, y si vas a salir más allá, puedes ir por el interior para luego, con suficiente antelación y seguridad, irte al carril exterior.

Pero ¡ojo! Hay que salir siempre desde el carril exterior, el de la derecha. Nunca, bajo ningún concepto, se te ocurra salir desde un carril interior cruzándote varios carriles, porque es súper peligroso y ¡multa segura!

Intersecciones sin señalizar: la regla de la derecha, ¿siempre?

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Otra situación que genera mucha confusión, tanto en el examen como en la vida real, son las intersecciones sin señalizar. Cuando no hay ni semáforos, ni señales de “stop”, ni “ceda el paso”, ¿quién pasa primero?

La regla general es que tiene prioridad el vehículo que se aproxima por la derecha. Fácil, ¿verdad? Pues no siempre es tan obvio.

Recuerdo que una vez me encontraba en una situación así en un polígono industrial y la otra persona y yo nos quedamos mirándonos sin saber quién avanzaba.

Es un momento de esos que te hacen pensar: “¡Ojalá hubiera una señal!”. Pero la DGT te lo pregunta para ver si realmente interiorizaste esa norma básica.

Es importante recalcar que esta regla tiene excepciones, como por ejemplo en las glorietas, donde ya dijimos que tienen preferencia los que circulan por ella.

O si te encuentras con un vehículo que circula sobre raíles (un tranvía, por ejemplo), que siempre tendrá prioridad. Así que, aunque la “regla de la derecha” es un pilar, hay que conocer sus matices y no aplicarla a ciegas.

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Alcohol, drogas y otros “acompañantes” peligrosos al volante

Los límites de alcohol y el falso amigo del ‘poquito’

Aquí entramos en un terreno muy delicado y crucial. Los límites de alcohol son claros, pero la gente sigue pensando que “por un poquito no pasa nada”.

Y la DGT es implacable con esto, no solo en los exámenes sino en la carretera. Yo siempre digo que si bebes, ¡no conduzcas, punto! Pero para el examen, hay que saberse los límites exactos.

Para conductores noveles y profesionales, el límite de alcohol en aire espirado es de 0,15 mg/l y en sangre, de 0,3 g/l. Para el resto de conductores, es de 0,25 mg/l en aire y 0,5 g/l en sangre.

Y creedme, las preguntas suelen ir por ahí, diferenciando entre noveles y experimentados, o entre aire y sangre. También les encanta preguntar sobre los efectos del alcohol: falsa sensación de seguridad, disminución de reflejos, visión túnel… Todo eso hay que tenerlo clarísimo, porque no es solo una pregunta de examen, es una cuestión de vida o muerte.

Y un café después de unas copas no te va a quitar el alcohol del cuerpo, ¡es un mito!

Medicamentos y fatiga: un cóctel invisible pero letal

No solo el alcohol o las drogas son peligrosos. Los medicamentos, incluso los de uso común, pueden afectar seriamente nuestra capacidad para conducir.

A mí me pasó una vez que tomé un antihistamínico para la alergia y, al volante, notaba una somnolencia que no era normal. ¡Menos mal que era un trayecto corto y me di cuenta a tiempo!

La DGT hace mucho hincapié en esto porque es un riesgo invisible. Muchos prospectos advierten de los efectos sobre la conducción (somnolencia, mareos, visión borrosa) y, si los tomas, lo más sensato es no conducir o consultar a tu médico.

Y la fatiga, ¡ay, la fatiga! Es uno de los mayores peligros en carretera. Conducir cansado es tan peligroso como hacerlo bajo los efectos del alcohol.

Disminuye la atención, aumenta el tiempo de reacción, y te hace más propenso a errores. Las preguntas de examen suelen abordar cómo combatir la fatiga (descansos frecuentes, parar al menor síntoma) y cuáles son sus síntomas (picor de ojos, bostezos, cambios de postura).

Es vital escucharse a uno mismo y al cuerpo para evitar sustos.

Distancias de seguridad: tu mejor seguro contra imprevistos

La regla de los dos segundos: ¿un cálculo o una intuición?

La distancia de seguridad es, sin duda, una de las preguntas que más caen y donde más fallos se cometen porque la gente la infravalora. No es solo “no ir pegado al de delante”, ¡es mucho más que eso!

La famosa “regla de los dos segundos” es una excelente pauta para el examen y para la vida real. Consiste en fijar un punto de referencia en la carretera (un árbol, un cartel) y, cuando el vehículo de delante pase por él, contar dos segundos (mil ciento uno, mil ciento dos).

Si tú pasas por ese mismo punto antes de terminar de contar, ¡vas demasiado cerca! Yo la uso siempre, y me ha salvado de algún que otro susto. Esta distancia debe aumentarse considerablemente si las condiciones son adversas (lluvia, niebla, carretera mojada) o si conduces un vehículo pesado.

La DGT siempre quiere que seamos previsores y que tengamos margen de reacción. Además, no olvides la distancia de separación lateral cuando adelantas a ciclistas o vehículos de dos ruedas.

¡La seguridad es lo primero!

Freno de mano y estacionamiento: ¿cuándo es realmente necesario?

Parece una pregunta simple, pero el uso del freno de mano en el estacionamiento también es un punto donde la DGT busca el fallo. ¿Cuándo hay que poner el freno de mano?

¡Siempre al estacionar! No es solo una cuestión de seguridad para que el coche no se mueva, sino que es una obligación. Además, si estacionas en pendiente, ¡la cosa se complica un poco más!

Si la pendiente es ascendente, hay que dejar la primera marcha metida y girar las ruedas hacia el centro de la calzada. Si la pendiente es descendente, se pone la marcha atrás y las ruedas giradas hacia el bordillo.

Y, por supuesto, bloquear el vehículo con una de las ruedas en el bordillo, si la altura de este lo permite y no se dañan los neumáticos. Sé que suena a mucho detalle, pero es que son esas pequeñas cosas las que marcan la diferencia entre aprobar y suspender, y entre un estacionamiento seguro y un posible accidente.

Situación Límite de Velocidad (general) Consideraciones Clave para DGT
Calles urbanas con plataforma única 20 km/h Coexistencia de peatones y vehículos; prestar atención a las señales específicas.
Zonas Residenciales (señalizadas) 20 km/h Especial protección a peatones; la norma no es intuitiva para muchos.
Carretera convencional (límite 90 km/h) con lluvia intensa/niebla Adecuar velocidad por debajo del límite, incluso mínima genérica Reducir visibilidad y adherencia. Aumentar distancia de seguridad.
Adelantamiento a ciclistas (más de un carril) Cambiar de carril completamente Distancia lateral mínima de 1,5 metros; prioridad para ciclistas.
Distancia de seguridad mínima Regla de los 2 segundos Aumentar en condiciones adversas.
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Para concluir

¡Y con esto llegamos al final de nuestro repaso por esos recovecos de la DGT que tanto nos complican la vida! Espero de corazón que todas estas reflexiones, basadas en mi propia experiencia y en lo que veo cada día en la carretera, os sirvan para estar más seguros y, por qué no, para superar ese examen teórico con matrícula de honor o evitar una multa tonta. Al final, conducir no es solo saberse las normas de memoria, es entender por qué están ahí y aplicarlas con sentido común. Así que, la próxima vez que te encuentres con una señal nueva o una situación confusa, ¡recuerda que la prevención es tu mejor aliada!

Información útil que no te viene mal saber

1. Las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) no son uniformes; cada ayuntamiento tiene sus propias reglas. ¡Verifica siempre antes de entrar para evitar sorpresas!

2. Los triángulos de preseñalización están siendo reemplazados por la baliza V-16. A partir de 2026, esta será la única obligatoria. Es pequeña, se ve mucho y te quita de líos en la carretera.

3. Ante lluvia intensa o niebla, no solo se reduce la velocidad: debes adecuarla a las circunstancias, incluso si eso significa ir por debajo de la velocidad mínima genérica. Enciende siempre las luces adecuadas.

4. En plataformas únicas y vías residenciales, la velocidad máxima suele ser de 20 km/h, no la genérica de 30 o 50 km/h de la ciudad. Fíjate bien en la señalización.

5. La regla de los dos segundos para la distancia de seguridad es una herramienta infalible. Aplícala siempre y, en condiciones adversas, ¡aumenta esa distancia!

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Puntos clave para recordar

Conducir es una responsabilidad enorme, y la DGT no se anda con chiquitas. Las normas están para protegernos, aunque a veces nos parezcan excesivamente detalladas o incluso capciosas en los exámenes. Lo más importante es que interiorices que la seguridad vial no es un juego. Desde las dichosas ZBE, que nos obligan a ser casi detectives urbanos para no caer en una multa, hasta la regla de la derecha en intersecciones sin señalizar, cada punto cuenta. Me he dado cuenta, con los años al volante, que esos “pequeños” detalles son los que marcan la diferencia entre un trayecto tranquilo y un susto innecesario. Los límites de velocidad bajo la lluvia o en zonas de plataforma única, la forma correcta de adelantar a un ciclista (¡siempre cambiando de carril si hay más de uno!), o la distancia de seguridad que te da margen para reaccionar. Y ni hablar de la cero tolerancia con el alcohol y las drogas, o el cuidado que hay que tener con medicamentos que nos hacen sentir somnolencia. Confieso que yo misma, incluso después de tanto tiempo, sigo revisando las actualizaciones de la DGT porque sé que estar informado es el mejor seguro. No se trata solo de pasar el examen, es de salir a la carretera cada día sabiendo que haces todo lo posible por tu seguridad y la de los demás. Así que, ¡a por todas, pero con cabeza!

Preguntas Frecuentes (FAQ) 📖

P: arece sencilla, pero muchos caen en la trampa de no tomarla en serio o no saber cómo actuar. Cuando ves esas señales luminosas en las autopistas, ya sea un panel que indica “retención” o una velocidad máxima inferior a la genérica de la vía (por ejemplo, 80 km/h o incluso 60 km/h), ¡tienes que obedecerlas al pie de la letra! Estas señales dinámicas no están ahí por capricho; se activan por incidencias, obras, accidentes o alta densidad de tráfico para garantizar nuestra seguridad y fluidez.La velocidad máxima que debes llevar es la que te indica el panel. Si pone 80 km/h, ¡80 km/h son! Y si ves “retención”, significa que el tráfico está muy lento o incluso parado más adelante, así que reduce la velocidad de forma gradual, mantén la distancia de seguridad y prepárate para detenerte. ¿Y cuándo vuelves a la velocidad normal? ¡Ojo! No es cuando te dé la gana. Solo puedes volver a la velocidad máxima de la vía cuando hayas superado completamente la zona afectada por la incidencia y el panel luminoso ya no indique ninguna restricción, o bien, si encuentras una señal fija que indique una nueva velocidad máxima o el fin de las limitaciones. Si no hay ninguna de estas señales, pero el tráfico ya fluye con normalidad, puedes ir a la velocidad máxima genérica permitida, siempre que las condiciones lo permitan. ¡Mi truco es esperar a ver el cartel de “fin de limitación” o a estar completamente seguro de que la situación de riesgo ha pasado!Q3: ¿Es verdad que no se puede usar el móvil ni siquiera en un semáforo en rojo o en un atasco? ¿Y qué pasa con los dispositivos de navegación?
A3: ¡Uf, esta es otra que genera muchísimas dudas y, lo que es peor, multas muy gordas! Y sí, la respuesta corta es: ¡ABSOLUTAMENTE CIE

R: TO! Te lo digo yo, que por poco caigo hace un tiempo en la tentación de mirar una notificación mientras estaba parado en un semáforo. La normativa es clara y muy estricta: está prohibido conducir utilizando manualmente el teléfono móvil o cualquier otro dispositivo incompatible con la obligatoria atención permanente a la conducción.
¿Y qué significa “utilizando manualmente”? Pues eso, tenerlo en la mano, manipularlo, tocarlo. Da igual que estés parado en un semáforo en rojo, en un atasco, o esperando en un paso a nivel.
Si el vehículo está en la vía pública y tú estás al volante, se considera que estás conduciendo. La ley castiga el mero hecho de sujetar el móvil con la mano mientras conduces, incluso si no lo estás usando activamente.
¡Es una infracción grave que te puede costar puntos y una buena multa! En cuanto a los dispositivos de navegación, como un GPS específico o el móvil haciendo de GPS, sí se pueden usar, pero con condiciones: deben estar homologados, colocados en un soporte fijo que no obstruya tu visión y, lo más importante, ¡tienen que ser manipulados antes de iniciar la marcha!
Es decir, programas la ruta y luego arrancas. Si necesitas cambiar algo, ¡para en un lugar seguro fuera de la circulación! Intentar manipular la pantalla mientras conduces, aunque sea un GPS, es una distracción y puede ser sancionado.
¡Mi consejo es que siempre programes todo antes de arrancar y si necesitas revisar algo, aparca y hazlo con seguridad! ¡No te arriesgues!